NO SIN MIS HUESOS – Iron Skulls Co

22/10/2017 por Clàudia Reig Martín

Si la vida fuera una batalla por conseguir el entendimiento de la creación del mundo y alguien, mirando hacia arriba, consiguiera un día alcanzar la iluminación, el resto de las tropas se agarrarían a la persona para despegar también no sin sus huesos. Iluminación blanca, fría y cálida… El simbolismo religioso dice que El Comienzo fue blanco, cuando Dios creó el mundo, lo primero que ordenó fue ‘hágase la luz’. Blanco y negro, claridad y oscuridad, día y noche, todas las cosas tienen su opuesto. ¿Qué es lo que se espera de arriba y qué es lo q pesa tanto cuando se mira hacia abajo?

En el suelo del escenario hay un cuadrado central iluminado y unos personajes oníricos misteriosamente alrededor. El cuadrado como geometría simboliza la Tierra, en contraposición al circulo que representa el Cielo. El cielo es lo inalcanzado, eso crea desdicha y lejos nos resigna a aceptar que existe lo desconocido. Ocho interpretes vestidos de blanco por María Zaguirre, color que simboliza la pureza y lo absoluto, envueltos por un humo místico y con ambiciones de transformar la energía negativa en arte como Adrián Vega comparte, cediendo su propio baile para aprender a integrar poco a poco el unísono.

Iron Skulls Co ha presentado en el SaT Teatre de Barcelona “No sin mis huesos” una edición mejorada después del estreno la pasada temporada en el Mercat de les Flors y en el Lava de Valladolid. Co de colectivo, no solo de bailarines, sino de artistas que componen a modo de collage procurando añadir las ideas de todas, se han inspirado en Cervantes y en el concepto de ejercito y religión. Conceptos que repercuten en los primeros movimientos que después de una parte Onírica, se encadena en una danza de Líneas y rígida estructura que inmediatamente coge los matices propios de la marca de la compañía; break dance y danzas urbanas, contact y butoh integrados a través de la danza contemporánea. Iron Skulls, sin dramaturgo o directora externa, está en la búsqueda del equilibrio de la combinación de estas disciplinas y de la presentación de sus performances donde el contenido sea más que acrobacia.

Inspirados en el cuarto centenario de la muerte de Cervantes (1616), en lo que le influyó como escritor y soldado. En la danza sufí, el Haya Nagila y la danza tradicional española legado de las culturas Cristiana, Árabe y judía del Mediterráneo. Iron propone imágenes que transportan a una religiosidad, que aun que ya muchas iglesias estén vacías, ésta religiosidad continua en la actualidad presente manifestada en las personas por la adoración, la esperanza, la salvación y la mitificación de una unión ficticia. Iron Skulls ha demostrado ser un grupo que acepta en escena tanto la parte oscura como la luminosa de la humanidad, como el yin yang, que é aquí quizá el porqué de la simpatía con el contenido oriental en ésta y otras de las piezas del colectivo.

Aunque parte del público hubiese deseado que las presencias oníricas tuvieran una razón y continuidad durante la pieza. “No sin mis huesos” consuma con el cuadrado iluminado, al fin y al cabo… en la Tierra, es donde estamos. Pero aún no ha terminado. ¿Qué mejor manera de despedirse que un Cypher? un corro para disfrutar por último de la música de Willy Barleycorn y dejar al espectador con el entusiasmo de bailar y observar a cada uno/a con su identidad. Afirma la compañía que la pieza se continuará transformando, evolucionando y perfeccionando, como sus componentes, diamantes con mucho empeño en pulirse y teniendo ya un territorio cosechado en el panorama artístico de la danza contemporánea.