15/01/2017 por Clàudia Reig Martín
“Una colorida movida partitura humana al son de Back”
Finaliza en el Mercat de les Flors éste pasado domingo 15 de Enero la estrena de Back Àbac de la Cia. Mudances de Àngels Margarit. La compañía nació el año 1985 y con sus primeras creaciones recibió importante reconocimiento a nivel nacional e internacional, desarrollando un estilo personal esencialmente caracterizado por el trabajo en el espacio.
Back Àbac es un espectáculo infantil inspirado en la música de Back que desarrolla un conjunto de movimientos, posiciones aventuradas, desplazamientos, edificaciones de madera de carácter vertiginoso y mucho más.
Siete intérpretes: bailarines, acróbatas, equilibristas y malabaristas; siete colores que crean geometrías imposibles. Se divierten desplazándose por el espacio, trazando direcciones, utilizando contrapesos, simetrías, movimientos de acción-reacción, repeticiones y rebobinando como si de una película en marcha atrás se tratara.
La obra tiene un carácter muy circense, se desarrollan equilibrios con los cuerpos y con unas maderas de diferentes tamaños que componen la escenografía. Con éstas se crean caminos, pilares y estructuras, sirven para contar, calcular distancias, caminar por encima de ellas y hacer acrobacias. Los niños se identifican, ya que muchos jugaron con herramientas similares. En el escenario, se presentan a gran escala induciendo a los espectadores la clásica imagen del parque de recreo.
Al acabar el público adulto no juzga si le ha gustado o no, comentan, “es una pieza muy Àngels”. Otros querían haber visto más danza, un movimiento corporal más desarrollado. ¿Podrán los niños entender una pieza sin historia, mantener la atención toda la pieza y valorar simplemente la exhibición de posiciones arriesgadas?
El ritmo de la pieza es bastante lineal, pero sin embargo los movimientos son bien acatados a la rítmicalidad de la música, incluso las pelotas de malabares crean sonido y un peculiar momento acompasado. Compases representados en el espacio por posiciones estáticas, volteretas, formas capicúa como agrupaciones de notas… Toda una gama de colores, cromátidad reforzada por el blanco linóleum y el ciclorama que juega con las luces y las sombras de los bailarines. Un juego con la distribución espacial que crea una colorida movida partitura humana inspirada en los dibujos del pintor holandés M.C. Escher y al son de la melodía de Back.